miércoles, 2 de noviembre de 2022

La Dictadura uruguaya del período 1973-1985


Para su estudio la dividiremos en tres etapas:
  • La “dictadura comisarial” (1973-1976) en la que se buscó “poner la casa en orden” para reconstruir luego una vida política “saneada”.
  • Un “ensayo fundacional” (1976-1980) cuando se pretendió establecer las bases de un “nuevo orden político” que culminaría con el plebiscito de un proyecto de reforma constitucional ideado por el régimen.
  • La “transición hacia la democracia” (1980-1985) que concluye con la asunción de las autoridades legítimas luego de las elecciones de 1984.
La dictadura comisarial (1973-1976)
  • Desarticulación de la oposición
En los meses que siguieron al golpe de estado del 27 de junio de 1973, se adoptaron una serie de medidas represivas que fueron desarticulando toda la oposición. Se suspendieron las actividades políticas y se decretó la disolución de diversos partidos y movimientos ( Partido Socialista, Partido Comunista, Movimiento 26 de Marzo, etc.) a lo que se sumó la prisión o el exilio obligado de muchos dirigentes y militantes políticos y sindicales, así como representantes del quehacer cultural por considerarlos difusores de “ideas foráneas”.
En mayo de 1976 los diputados Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz que se habían exiliado en  Buenos Aires después del golpe de estado fueron asesinados en esa ciudad junto a otros militantes.
  • Control de centros educativos
También se procuró reforzar el control de los centros educativos a través de diversas medidas que incluyeron la clausura de los institutos de formación docente, destitución de profesores y funcionarios a los que se consideraba que habían tenido participación en instituciones y partidos proscriptos. 
Se prohibieron libros, se controlaron los programas liceales y se intervino la Universidad.
  • Limitación de las libertades
Estas medidas se acentuaron en 1974. Se prohibieron las reuniones y recrudeció la censura a la prensa lo que dio lugar al cierre de periódicos y semanarios y se aplicaron diversos mecanismos de control a la sociedad. Fueron prohibidas canciones, grupos musicales y hasta palabras como “tupamaros”.
Se clasificaron a los ciudadanos en categorías A, B y C según su ideología. A los que se les otorgaba la categoría C estaban imposibilitados de acceder a cargos públicos y obtener documentos como el pasaporte.
El año 1976 que era el año electoral para los uruguayos, exigió definiciones respecto al futuro institucional del país. La difusión del proyecto político elaborado por Bordaberry permitió apreciar discrepancias con las propuestas de la Fuerzas Armadas.
  • Discrepancias sobre el futuro político
Las principales diferencias se encontraban en los plazos manejados para que entrara a regir una nueva Constitución, en el grado de participación de los militares, en la conducción futura y en la propuesta de Bordaberry referente a la eliminación de los partidos políticos y su sustitución por corrientes de opinión. Las Fuerzas Armadas entendían que era necesario mantener los partidos políticos pero sus dirigentes debían sustituirse. Estas divergencias generaron una crisis política en junio de 1976 que finalizó con la remoción de Bordaberry el 12 de junio y la designación interina de Demichelli.

El ensayo fundacional (1976-1980)
  • Actos Institucionales
Al quedar en suspenso la aplicación de la Constitución, las medidas de gobierno se formularon a través de Actos Institucionales. El nuevo presidente firmó los Actos Institucionales 1 y 2 por los que se suspendía la convocatoria a elecciones generales y creaba el “Consejo de la Nación”, que se integraba con el Consejo de Estado (que desempeñaría la tarea legislativa) y la Junta de Oficiales Generales de las tres armas, que elaboraría las pautas de la nueva Constitución.
El Dr. Demichelli permaneció escaso tiempo en el cargo porque se negó a firmar la proscripción de los políticos y fue sustituido.
  • Proscripciones
El 1° de setiembre de 1976, el Dr. Aparicio Méndez asumió la presidencia y firmó el Acto Institucional N° 4 por el cual se establecían proscripciones (prohibición de votar y ser electo) de los dirigentes políticos en la convicción de que eran culpables de su vinculación con el marxismo y la subversión y, que era necesario, la renovación total de los mismos.
Se estima que afectó a unos 15.000 ciudadanos durante muchos años, tanto a dirigentes como a militantes de los partidos.
  • Plebiscito
A partir de 1978 el gobierno “cívico-militar” como se le llamaba procuró legitimar el proceso a través de la convocatoria de la ciudadanía a un plebiscito constitucional. Hacia fines de setiembre de 1980, el Consejo de la Nación aprobó un proyecto constitucional que consagraba la existencia de un candidato único, ratificaba todos los Actos Institucionales e institucionalizaba el COSENA (Consejo de Seguridad Nacional).
El 30 de noviembre de 1980 se hizo el plebiscito en el que participó más del 85% de los habilitados para votar; la ciudadanía se pronunció en contra del proyecto de reforma por 58% de los votos y 42% a favor. Fue una grata sorpresa a nivel mundial.
  •  Año de la Orientalidad
El año 1975, cuando se cumplían 150 años de los “Acontecimientos de 1825”, fue utilizado por el gobierno para exaltar “los valores nacionales” y todos los sucesos que señalaron la etapa de mayor trascendencia en el largo proceso de nuestra formación nacional.
Se le denominó “Año de la Orientalidad”; término creado como resumen de las “cualidades espirituales, específicas de la nación uruguaya”, las “verdaderas” tradiciones, opuestas a la “contaminación foránea”.
Las conmemoraciones patrias siempre fueron usadas para comunicar a la población la posición oficial sobre los temas más importantes del momento que se vivía utilizando un discurso patriótico y nacionalista con una obsesión venerativa del pasado.
Se realizaron cientos de actos patrióticos, desfiles cívico-militares, exposiciones y festivales folklóricos tendientes a resaltar el Uruguay criollo y la literatura gauchesca del siglo XIX. Se propuso además, la construcción de un mausoleo a Artigas en la Plaza Independencia y la Plaza del Ejército. Todos los documentos oficiales, los carnés de notas escolares y liceales, los avisos oficiales en la prensa y en la televisión llevaban la frase “Año de la Orientalidad”.

Transición hacia la democracia (1980-1985)

El resultado del plebiscito marcó el comienzo de la transición hacia la democracia; el gobierno elaboró un nuevo plan político en el que no pudo prescindir de los partidos.
A mediados de julio de 1981, se produjeron las primeras desproscripciones de los dirigentes políticos.
  • Elecciones internas
El 1° de setiembre de 1981 fue designado como presidente el Teniente General Gregorio Álvarez, de importante actuación desde el inicio del proceso, bajo cuyo gobierno y después de diversas alternativas, culminaría el proceso de apertura.
El 28 de noviembre de 1982 se celebraron elecciones internas en los partidos Colorado, Nacional y en la Unión Cívica de las que estuvieron excluidos los partidos de izquierda. Estas elecciones marcaron el triunfo de las tendencias opositoras en los distintos partidos, contribuyeron al fortalecimiento de los mismos y volvieron a politizar la sociedad.
  • Conversaciones en el Parque Hotel
En junio de 1983, se realizaron en el Parque Hotel las primeras negociaciones entre delegados de los partidos y del gobierno las que terminaron en un rotundo fracaso.
  • Movilizaciones populares
A partir de este momento, la movilización popular comenzaría a desempeñar un papel relevante; iniciada el 25 de agosto con la primera “caceroleada” masiva, alcanzó su mayor expresión en la extraordinaria concentración popular del Obelisco, el 27 de noviembre de 1983 en la que participaron todos los partidos opositores, incluso representantes del Frente Amplio, que no había sido legalizado y una multitud estimada en más de 400 mil personas.
Si bien los comienzos de 1984, mostraron algunos signos contradictorios con respecto al proceso de apertura, éste se fue afirmando a lo largo del año.
El 19 de marzo de 1984, se produjo la liberación del líder del Frente Amplio, Líber Seregni, aunque se le mantuvo la suspensión de dos años para el ejercicio de cargos públicos. A esa altura del año, el centro político comenzó a girar en torno a las prometidas elecciones de noviembre. Surgió entonces como obstáculo, para la salida, la situación de Wilson Ferreira Aldunate y la desproscripción de partidos y dirigentes del Frente Amplio.
  • Retorno de Wilson Ferreira Aldunate
En medio de una gran tensión política se produjo el retorno del líder nacionalista el 16 de junio de 1984, tanto Wilson como su hijo fueron detenidos y procesados por la Justicia Militar.
  • Pacto del Club Naval y elecciones de 1984
Este hecho generó una ruptura en el frente opositor pues los nacionalistas se negaban a negociar mientras Wilson estuviera detenido; los restantes partidos entendían que la negociación debía continuar. Después del gran apoyo dado por la población al paro cívico del 27 de junio de 1984, se reanudaron los contactos entre los Comandantes en Jefe de las tres armas y representantes colorados, cívicos y frenteamplistas ante las críticas del Partido Nacional.
Las negociaciones culminaron el 3 de agosto con el Pacto del Club Naval. Lo acordado fue recogido en el Acto Institucional N°19 por el cual se convocó a la ciudadanía para la elección de todos los cargos previstos por la Constitución de 1967.
En las elecciones del 25 de noviembre de ese año resultó ganadora la fórmula presidencial del Partido Colorado integrada por Julio María Sanguinetti y Enrique Tarigo.

Características de la economía uruguaya durante la Dictadura

El país se convirtió en una plaza financiera abierta, en donde las inversiones extranjeras se vieron favorecidas por los altos intereses bancarios. 
Al mismo tiempo, los salarios y pasividades fueron fijados por decreto del gobierno, disminuyendo su valor. También se liberalizaron los precios de los artículos de primera necesidad.
Si bien en un primer momento se produjo un crecimiento de la economía, reduciéndose la inflación a la mitad, la rebaja salarial fue muy grande y la desocupación se acentuó llegando a un 12.8% en 1976, incidiendo en ello la coyuntura mundial por la crisis del petróleo.
La situación se agravó en 1982 como consecuencia de la crisis financiera producida al romperse la “tablita”. 
El “régimen de la tablita” se implantó en 1978 y permitía conocer la cotización del dólar con anticipación con la finalidad de contener la especulación. Al retirarse el Banco Central del control del dólar éste se disparó pasando de $13 a $39 en dos días. Esto generó la quiebra de muchas empresas y de particulares que se habían endeudado en dólares, confiados en su estabilidad.
La crisis provocó una fuga de capitales porque el país no ofrecía la seguridad de antes. Al hacerse cargo el Estado de las deudas de los bancos privados en quiebra, se produjo el aumento de la deuda externa, la que ascendió en 1984 a casi 5 mil millones de dólares, lo que dejaría una pesada herencia para los futuros gobiernos civiles.

Bibliografía utilizada:

  • Abadie, S,…, Siglo XX. Europa, EE.UU, Asia, América Latina, Uruguay. Tercer año. Tomo 2.cb. Ed Monteverde, Mdeo.

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